¿POR QUÉ LOS HOMBRES NO ESCUCHAN?

Si un hombre escuchara la plática de cinco amigas en una tarde de café, se volvería loco. Ellos simplemente no pueden seguir el curso y la lógica de una conversación en la que hablamos, interrumpimos y escuchamos al mismo tiempo. Nosotras nos brincamos de un tema a otro sin perder el hilo de cada asunto y, simultáneamente, platicamos de noticias, películas, hombres, la vida, de lo que está de moda, de lo que nos pasa, del trabajo, los hijos, y de todo lo demás.
Para las mujeres, platicar y verbalizar nuestros goces, preocupaciones, sentimientos e inquietudes, además de ser la mejor terapia del mundo, es una señal de apreciación, amistad y apoyo que fortalece nuestras relaciones.
Sin embargo, esto que para la mujer es prioridad, para el hombre resulta banal e intrascendente. Es común que ante una avalancha de voces femeninas, los hombres desarrollen una especie de bloqueo mental que les impide atender, y mucho menos entender, lo que las mujeres dicen; y, sin más, dejan de oír; por eso, la mayoría de las mujeres consideran que la falta de comunicación es una de las fallas más grandes de sus novios, esposos, hijos o hermanos.

SOMOS DIFERENTES
De acuerdo con algunos estudios, la diferencia radica en el cerebro. En los hombres, el área del habla y del lenguaje se localiza sólo en el lado izquierdo del cerebro, mientras que en las mujeres se encuentran en ambos hemisferios, por lo que se nos facilita más la conversación. Una mujer puede pronunciar, sin mayor esfuerzo, entre 6,000 y 8,000 palabras al día; puede usar entre 2,000 y 3,000 sonidos para comunicarse y entre 8,000 y 10,000 gestos, expresiones faciales, movimientos de cabeza y otras señales de lenguaje corporal. Esto nos da un promedio de 20,000 “maneras” para comunicar nuestras ideas. En contraste, los hombres hablan entre 2,000 y 4,000 palabras al día, usan entre 1,000 y 2,000 sonidos vocales y apenas 2,000 ó 3,000 señales de lenguaje corporal. O sea un promedio de 7,000 “formas”, lo que significa sólo una tercera parte de las que emplea una mujer.

Es un hecho que las niñas comienzan a hablar antes que los niños, además de que las niñas de tres años tienen el doble vocabulario que un niño de la misma edad. En la adolescencia sucede algo parecido, las adolescentes son más observadoras y retienen con suma facilidad lo que sucedió en una fiesta que un muchacho al que si se le preguntamos contestara vagamente. Todo lo anterior nos lleva a comprender por qué una pareja puede tener conflictos de comunicación, especialmente cuando al final del día se juntan para cenar. Para él, esas horas del día ya llenaron su cuota de palabras y le quedan muy pocas ganas de platicar. Sí habló con mucha gente, tampoco tendrá ganas de comunicarse. Pero, si ese día la mujer se quedó en su casa, es probable que haya utilizado como máximo unas 2,000 ó 3,000 palabras; así que todavía le quedan unas 15,000 ¡que no ha expresado!

LAS TRES REGLAS
1.       Se comunican diferente: comprende que la manera de hablar de los hombres es corta, directa y al grano. Olvídate de rodeos y de tocar muchos temas a la vez, háblale como a él le gusta escuchar.
2.       Haz una cita: conviene decirle con anticipación el tema que queremos hablar y cuándo queremos hacerlo. Esto hace funcionar la estructura lógica de su cerebro y de su buena disposición, además lo hace sentirse apreciado.
3.       Jamás lo interrumpa cuando hable: esto es algo muy importante y difícil para nosotras, ya que hablar y escuchar al mismo tiempo es una forma de mostrar interés. 

Tomado del libro de  Gaby Vargas "Comunícate Cautiva y Convence"