EL GRAN MONTÍCULO DE LA CULEBRA DEL VALLE DE GUATEMALA


En esta ocasión, el director del Editorial El Huehueteco quiere compartirles este interesante documental que muy raras veces se ha tocado y que la mayoría desconoce, esperamos les guste... 
El montículo de la culebra fue hecho a mano unos doscientos años antes de Cristo, está construido en forma de pirámide alargada y sus constructores fueron los indígenas que poblaron por primera vez estas tierras. Sus medidas son impresionantes. Tiene 30 mts de ancho, 15 mts de alto y aún al día de hoy, con todo el crecimiento de la ciudad, tiene más de 4 kilómetros de largo. Se piensa que originalmente tenía 22 kilómetros de largo, lo más sorprendente, es el hecho de que semejante estructura haya pasado desapercibida para la población de la ciudad. Tanto la longitud como la función del montículo continúa siendo un misterio, pero lo que si puede afirmarse es que es la obra monumental más grande de Mesoamérica, construida durante la época Prehispánica.  

En la época de la colonia, se construyó un acueducto para transportar agua, y al constructor le pareció útil colocar el acueducto sobre el loma de la culebra. Donde la estructura precolombina presentaba cortes, el fontanero real levantó arcos coloniales para el acueducto. De esta manera, por muchos años se pensó que este promontorio era solo una cubierta artificial de tierra puesta para reforzar y proteger los arcos de la estructura colonial, debido a los frecuentes terremotos que han azotado estas regiones.

¿Para qué había sido construido el montículo? se construyó para usos "ceremoniales".  La figura adorada por casi todas las culturas precolombinas de América Latina fue: Quetzalcoátl, la serpiente voladora. Los Mayas, los Aztecas y los Incas tenían como denominador común el culto a la serpiente emplumada o serpeinte voladora. La que en Mesoamérica se llamaba Quetzalcoátl, Kukulcán o Gucumatz, en américa del Sur recibia el nombre de Viracocha.

El culto a Quetzalcoátl tiene su inicio con los primeros pobladores de Mesoamérica, los Chanes, cuyo nombre significa  literalmente hombres culebra, o hijos de la serpiente. Estos, como los Mayas, que les seguirían, adoraron a la serpiente de cascabel, en la creencia de que se trataba de un animal sagrado. Ello, debido a su capacidad de contar el tiempo. Debemos recordar que la cultura maya sobresalió precisamente por sus estudios de matemáticas, astronomía y sobretodo, en lo que respecta a la cronología. Ellos inventaron uno de los mejores calendarios del mundo, es el más exacto que se conoce.
La serpiente de cascabel, presenta la particularidad de añadir un cascabel cada año de su vida. De tal manera que al contar sus cascabeles se puede saber la edad del crótalo. Este reptil muda sus colmillos exactamente cada veinte días, de donde tomaron ellos la base de veinte días para cada mes de su calendario.

El calendario Azteca, es una piedra solar crotalense. Es decir que el calendario completo es una representación de lo que para ellos era digno de adoración: el sol y la serpiente. El culto a la serpiente, es un culto solar. Cada cuatro años, durante el solsticio de verano esta serpiente sufre un proceso particular. Su piel se pone opaca y mustia, su cuerpo entero adquiere un color grisáceo, le cae un velo sobre los ojos a modo de catarata y abruptamente, la víbora rompe su cubierta, la abandona y emerge con una nueva piel, viva, reverdecida. Entonces añade un nuevo cascabel. a este fenómeno se le llama "caput zijil (nacer de nuevo". Si a eso le añadimos que el 4 es el número del sol y de Quetzalcoátl, de quien se dice murió por su gente, y resucitó al cuatro día, conocemos ya que estamos en presencia de una falsificación de Cristo.


Todo el arte de las culturas Maya, Azteca, Tolteca e Inca, nació de la inspiración de esta serpiente. Por lo que bien podemos llamarlas culturas serpentinas, cuando notamos que desde la arquitectura de sus pirámides hasta el diseño de sus vestidos "huipiles", todo proviene del diseño de la piel de la serpiente. Para los mayas el culto a la serpiente cobró tanta importancia que llegaron al extremo de tomar dos tablas para presionar e ir deformando con ellas el cráneo de sus hijos, limaban sus dientes y torcían voluntariamente sus ojos, todo esto con el fin de asemejarlos físicamente a la culebra.
       



El Montículo de La Culebra se encuentra al sureste de la ciudad de Guatemala. Es límite entre las zonas
9 y 13 al oeste, 10 y 14 al este, tomando como punto de referencia la Av. de Las Américas.