El 08 de diciembre de 1874, la iglesia de Huehuetenango fue consagrada en la misa solemne que oficio el padre Manuel Vicente Castañeda y Muñoz (vicario de la parroquia y constructor de la casi totalidad del templo). Cosa admirable es por cierto, que tal obra genial de nuestros padres y abuelos podamos hoy contemplar y aún palpar con admiración y fervor (y que para algunos quizá indiferente). El esfuerzo colectivo que en su época debió considerarse tarea demasiado vasta para los recursos de un pueblo pobre, no llevaba ningún propósito de lucro ni finalidad materialista y rentable, sino que nació espontáneo y generoso al calor de una prédica sencilla que se propagó con la avidez contagiosa de un incendio, a través de todos los estratos de la comunidad.
La catedral de Huehuetenango, al igual que ocurrió con otras que se construyeron en América Latina (y como acostumbraban en otras culturas antiguas), fue construida sobre los cimientos de otra iglesia cristiana ya existente, y que a la vez se erigió sobre los restos de un templo Maya. Ya que en ese lugar, se encontraron gran cantidad de cubos de argamasa, objetos de cerámica y tinajones funerarios de los Mames.
Información extraída del libro LA CATEDRAL
Horacio Galindo Castillo Segunda Edición 31/02/1990