Más tarde pasa como propiedad de don Luis G. Cordero,
quien la vendió don Santiago Molina; la Municipalidad celebra contrato con él
para el suministro del alumbrado público, Acuerdo del 26 de febrero de 1917.
Las maquinas estaban instaladas en el lugar conocido como “Los Regadíos”. Años
más tarde las municipalidades de Huehuetenango y Chiantla hacen los arreglos
para la instalación de un dínamo en el lugar llamado “Sibila”, aprovechando
para el efecto una magnifica caída de agua de la parte alta de los
Cuchumatanes. Se gozó de los servicios del alumbrado durante mucho tiempo, pero
ya era insuficiente y se deslindan lo cual motivó que la Municipalidad de la
cabecera instalara las máquinas en San Sebastián Huehuetenango.
Por largo tiempo
se hizo uso de ese servicio. Es una lastima no haber aprovechado las fuentes,
ríos y caídas de agua que existen en el depto como el río San Juan, La caída de
agua de Quisil, el río Azul y tantos más. Pero está claro que no se ha previsto
el futuro y por esa dejadez sufriremos mucho posteriormente.