EL TEOCINTE Y TEOCINTLE

Muestra de una variedad de teocinte, con cierto grado de evolución, mediante cruce, proveniente de la región Huista, Huehuetenango.
Durante el transcurso de siglos y milenios, los seres humanos se fueron familiarizando cada vez más con el mundo vegetal, surgiendo así los primeros experimentos de horticultura.  

Los primeros desarrollos del maíz se dieron a lo largo de siglos en distintos lugares del altiplano, sacando más provecho de una gramínea (teosinte) que aprovechaban para alimentarse. De la recolección pura se pasó a cuidar los campos habitados por esta planta, y seguidamente, a esparcir sus semillas. Con el paso de los siglos aprendieron a seleccionar las plantas con las semillas   más grandes, y eventualmente a hacer entrecruzamientos, con lo que se creó una planta híbrida, que dependía totalmente del ser humano para su reproducción. Esta nueva planta es el maíz, que además fue evolucionando con el tiempo y el cuidado humano.  
En las cuevas de Santa Marta y Los Grifos en Chiapas, se hallaron restos de maíz primitivo que se remonta a unos cuatro mil años. Las mazorcas de entonces medían generalmente den 2 a 2.5 cm por lo que no era capaz de servir como sustento único. Por varios siglos más, el maíz primitivo fue solo un complemento de la caza, pesca y recolección de plantas silvestres.

En la región Huista, en Huehuetanango, crece silvestre una planta que los lugareños llaman maíz de rayo, la cual está en peligro de desaparecer, debido a que la cortan como maleza y por los ; sin embargo, según hipótesis científicas, podría ser una de las especies que dieron origen al maíz, este cultivo  fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
Esta planta de teocinte, en San Antonio Huista, podría dar algunos granos a finales de septiembre. Crece entre la maleza.

Otras investigaciones realizadas sobre el origen del maíz que vale la pena, consultar:

El antropólogo argentino Dick Ibarra Grasso, conocido internacionalmente gracias a sus incesantes aportes a la ciencia y la investigación en diferentes órdenes del conocimiento, ha levantado polvo por sus afirmaciones sobre los orígenes del maíz y sus actuales características atávicas, las cuales ahora forman parte de una serie de trabajos realizados en territorio boliviano, país que le debe mucho, ya que a él se debe, por ejemplo, el descubrimiento de pueblos antiguos como los Yamparaes, Yuras, Uruquilla, Nascoide, Mojocoya y muchos otros más.

El investigador señala que el actual maíz es una degeneración del original, debido al hecho de que, en condiciones normales, nuestro maíz contemporáneo moriría y desaparecería de la faz de la tierra por su imposibilidad natural de reproducirse, a no ser, gracias a la mano del hombre.

Más de 50 años de investigaciones sobre el tema, le permiten hablar con gran seguridad y sostener que el maíz no tiene origen mexicano, como se creía, pues los datos más antiguos que se tienen sobre la presencia de este cereal en el país norteamericano se remontan a 5.000 años, cuando los últimos descubrimientos en Sudamérica sobrepasan los 8.500 años de antigüedad.
ver más en:   http://www.oei.org.co/sii/entrega10/art09.htm