LAS NODRIZAS EN LA HISTORIA
En la Antigüedad, los faraones eran alimentados por el pecho de una de ellas. Así pasaba también en Grecia y en Roma. En esta última civilización, en el siglo II a.C., se instituyó la figura de la nodriza, cuyo papel era amamantar para disminuir la mortalidad infantil de los niños sanos (los enfermos eran abandonados).
Durante la Edad Medía, las familias pudientes contrataban a una nodriza. En el siglo XI se establecieron leyes que regulaban el trabajo de las amas de cría. Se contrataban por tres años, tiempo en el que permanecían en la casa del niño.

Durante el renacimiento, las matronas estaban organizadas. Muchas de ellas abandonaban a sus propios hijos con tal de amamantar a los de otra mujer.   En Guatemala, durante el siglo XVII se sabe, que las familias españolas acomodadas empleaban a nodrizas indígenas para amantar a los bebés, pese a que una real cédula de 1609 lo prohibía. Uno de los casos está documentado por el estudio Las amas de leche de Jocotenango: género, ciencia y política al final de la época colonial, de Stephen Webre.

En el año 2008 se abrió el primer centro dedicado a recolectar leche materna,  Hospital Pedro de Bethancourt, en Antigua Guatemala. El primero en Centroamérica y el más grande del país, en segundo lugar, está  el Hospital Roosevelt, pero aun así, las reservas siguen siendo escasas frente a la gran demanda. Hasta el año 2011 se reportaron más de cuatro mil 200 mujeres donadoras, esta leche benefició a unos mil 600 bebés.

Los bancos de leche deben cumplir con estrictas normas de salubridad, ya que es un producto delicado. Se clasifica según su tipo: calostro, que es la primera leche; intermediaria y otra más madura. Se refrigera y pasteuriza. La ciencia no ha podido crear un sustituto de la leche materna, a pesar de la constante publicidad. Se ha querido tratar de hacer creer que la leche de fórmula es similar, pero eso no es cierto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la comunidad médica recomiendan amamantar de manera exclusiva, sin agua jugos, infusiones ni leche artificial, hasta los seis meses de vida, y seguir con la lactancia, junto con otros alimentos, hasta los 2 años. Con esa acción se salvaría alrededor de 1.5 millones de vidas al año en todo el mundo.

Existen evidencias científicas sobre los beneficios de la leche materna frente a problemas intestinales, infecciones respiratorias, problemas digestivos, diabetes, linfomas, leucemia, obesidad, asma y síndrome de muerte súbita. Además, a largo plazo, garantiza un mejor neurodesarrollo y disminuye el riesgo cardiovascular en la edad adulta. 

Las madres, asimismo, tienen beneficios al dar pecho, pues disminuye el riesgo de padecer osteoporosis,  cáncer de seno, y de ovarios, y le ayuda a perder peso.  
Fuente información: Revista D No.442 Prensa Libre "Solidaridad Materna"