SALIR DEL PATERNALISMO MANIPULADOR DEL ESTADO

El estado guatemalteco construido históricamente sobre las bases de la inequidad y la exclusión en términos de etnia, género, edad y clase social sostiene un gran aparato burocrático que requiere miles de millones de quetzales para su funcionamiento, el cual ha sido ineficiente y corrupto.Las instituciones cuyo mandato específico es atender de manera integral las necesidades y problemas de la población, logran escasos avances en dar respuestas a las demandas de personas con hambre. 

Es necesario trabajar sin el asistencialismo paternalista del Estado, todo lo contrario se debe facilitar y reconocer a mujeres y hombres con derechos ciudadanos que les asisten, utilizando los marcos jurídicos internacionales y nacionales a favor de la lucha contra la desnutrición y la pobreza en general. En la actualidad quienes padecen de hambre son las poblaciones más vulnerables dentro del modelo económico imperante y el sistema de mercado y consumo. Nuestro territorio es rico en biodiversidad, los ecosistemas contrastan las tierras altas y bajas. La tierra trabaja en armonía con prácticas productivas enmarcadas en patrones culturales propios, ha rendido sus múltiples frutos y alimentado a los pueblos a lo largo de siglos. 

El hambre es consecuencia de un sistema injusto, es un problema estructural que se incrementa con los procesos de globalización, la economía de capitales transnacionales, tradicionales y emergentes nacionales frente a condicionantes económicos y políticos de carácter interno que mantiene a las comunidades en un círculo eterno de : atomización de parcelas, despojo de otras, costo elevado del arrendamiento de tierras, uso de agroquímicos, efectos del cambio climático, salarios poco dignos percibidos por los trabajadores agrícolas, la falta de oportunidades en educación, en salud y empleo no agrícola. 

Son más que necesarias políticas públicas que respondan a las demandas de los más pobres y acompañarlas con nuestro compromiso y exigencia individual y social así como de prácticas democráticas y principios solidarios en todas las relaciones humanas y económicas, sobre todo en Huehuetenango, territorio de gran diversidad cultural y bienes naturales (fragmento tomado de NOTICIAS DEL CORREDOR)